El coche eléctrico ha venido para quedarse. Ya nadie duda de que la automoción eléctrica es el futuro de la movilidad, y de que estará plenamente presente en nuestras vidas incluso en pocos años.
Dar el salto al coche eléctrico supondrá un cambio radical en nuestras infraestructuras, modelo económico y forma de movernos por el mundo. Pero la verdad es que el cambio está siendo más «dulce» de lo que muchos auguraban, se está trabajando en mejorar la eficiencia y reducir los costes, y cada vez son menos las barreras y los obstáculos que nos separan de una implantación mayoritaria.
Las barreras que el coche eléctrico ya ha superado
La industria de la automoción eléctrica está avanzando a pasos agigantados. La prueba la tenemos en que, poco a poco, los detractores del coche eléctrico se van quedando sin argumentos frente a las crecientes ventajas que ofrece este tipo de movilidad. Y el consumidor lo va teniendo cada vez más claro, hasta el punto de que cada vez son más los que consideran adquirir un vehículo eléctrico en el momento de la compra.
Precios competitivos
El precio era hasta hace poco uno de los mayores impedimentos de los españoles para comprar un vehículo eléctrico. Y es cierto que los precios son aún significativos comparados con sus homólogos de combustión. Sin embargo, medidas públicas como la eliminación del IVA por el Gobierno Canario y los planes de ayudas de fabricantes como el MOVALT by Citroën (con hasta 6.500 euros de descuento por vehículo), hacen que los precios sean cada vez más atractivos y competitivos.
A esto hay que sumar la buena sensación que tienen los propietarios de amortizar más rápidamente la inversión, con un ahorro considerable en combustible y un menor coste de mantenimiento, además de las ventajas fiscales, los aparcamientos gratuitos, etc. En conjunto hace que la diferencia de precio del coche eléctrico se amortice en apenas cinco años y que, a la larga, te pueda salir incluso más barato que uno de combustión.

Autonomía más que suficiente para la vida real
La autonomía es otra preocupación de los compradores españoles, agravada por la menor red de puntos de recarga que tenemos en nuestro país con respecto a otros de nuestro entorno. Fenómenos como el range anxiety son producidos principalmente por nuestro hábito a conducir cientos de kilómetros sin tener que repostar, porque con los números en la mano (los españoles hacemos unos 10.000 km al año, menos de 30 kilómetros al día de media), las autonomías que actualmente ofrecen los coches eléctricos son más que suficiente para nuestro día a día.
Las nuevas baterías permitirán autonomías de 800 km
Además, es un factor que está en constante mejora. La batería, clave en la autonomía de un vehículo eléctrico, es un elemento en constante evolución y mejora por parte de los fabricantes. Y con una cada vez mayor competencia entre gigantes como Samsung, LG o Bosch, se está avanzando a pasos agigantados con baterías en estado sólido o de materiales como el aluminio que permitirán autonomías de 800 km y recargas en pocos minutos.
Modelos que se ajustan a todo tipo de necesidades
Hasta hace muy poco, los coches eléctricos eran tildados de coches poco estéticos y con escasas prestaciones, que los convertían en un producto de nicho destinado a un público muy minoritario. Sin embargo, actualmente no sólo contamos con modelos realmente bonitos, sino además con prestaciones que se ajustan a todo tipo de clientes y necesidades.
Además, podemos encontrar modelos eléctricos en prácticamente todos los segmentos de la automoción (en España hay más de 40 modelos a la venta), muchos de ellos versiones eléctricas directas de modelos de combustión ya existentes, como el Citroën E-Berlingo Multispace, y que ofrecen las mismas prestaciones que sus homólogos. Así, contamos con modelos compactos para los urbanitas, otros más amplios para toda la familia, e incluso vehículos profesionales para el transporte y reparto de mercancías.

Tiempos de recarga cada vez menores
Una cosa está clara: con el coche eléctrico cambiará nuestra forma de “repostar”, que se parecerá más a cargar un enorme teléfono móvil que a llenar el depósito de nuestro coche de gasolina. Aprovecharemos para cargar las noches, los que tengamos garaje, la jornada de trabajo o la compra en el supermercado. Y las electrolineras serán, más que un breve stop en el camino, una parada obligatoria por las múltiples opciones de ocio y entretenimiento que ofrecerán para guardar la espera.
En pocos años podremos cargar nuestro coche en pocos minutos
Sin embargo, debemos quitarnos de la cabeza la imagen de estar tirados una mañana esperando a que recargue nuestro vehículo. Actualmente existen modelos como el Citroën C-Zero o el Citroën E-Mehari que pueden cargarse al 80% en media hora. Y aunque este es a día de hoy “el mejor de los casos”, es la tendencia hacia la que camina la tecnología de recarga y que podremos ver en muy pocos años. El desarrollo de nuevos tipos de baterías y el cada vez mayor despliegue de puntos de recarga rápida, permitirá en muy pocos años cargar nuestro coche eléctrico en cuestión de minutos.
Y las barreras que el coche eléctrico está empezando a superar
Nadie dijo que la llegada del coche eléctrico iba a ser un jardín de rosas. Los coches de combustión llevan más de 100 años entre nosotros, se ha convertido en el principal modo de transporte particular y hemos creado nuestras carreteras, nuestras ciudades e incluso nuestras casas en función de los coches. Por eso es normal que aún hoy el coche eléctrico se siga encontrando barreras; pero como veremos, es cuestión de tiempo que todas ellas vayan cayendo.
Distribución de los puntos de recarga
Según el informe “Coche eléctrico, ¿una realidad próxima?», la escasez de puntos de recarga es ya la primera razón de los españoles para no comprar un coche eléctrico. Según la web Electromaps, en España tenemos casi 3.000 puntos de recarga (algunos de ellos privados), que contrastan de manera sonrojante con los más de 27.000 de Francia (12.000 instalados en 2017), los más de 16.000 de Reino Unido o los cerca de 9.000 de Italia, por citar países de nuestro entorno.
España cuenta con 3.000 puntos de recarga, frente a los 27.000 de Francia
No es una cuestión solo de falta de infraestructura pública, sino de regulación legal. La reventa de electricidad para vehículos eléctricos, indispensable para la iniciativa privada, está regulada de manera rigurosa e inflexible, y a día de hoy únicamente se le permite a los gestores de carga. Estos a día de hoy solo tienen registrados 251 puntos del total que disponemos en España.
Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ya ha instado al Gobierno que flexibilice los requisitos para ser gestor de carga, y la Unión Europea ya prepara medidas de choque como la de obligar a las comunidades de vecinos a instalar puntos de recarga en los garajes comunitarios.

Progresivo apoyo de las instituciones
Como vemos, el apoyo de las instituciones es fundamental para el fomento del coche eléctrico. De hecho, cierta falta de apoyos es percibida también como una de los mayores inconvenientes para la adquisición de un coche eléctrico.
Las instituciones públicas juegan un papel fundamental en la adaptación de normativas, en el aumento de la red de puntos de recarga y en el lanzamiento de planes de ayudas a la compra. En países como Noruega u Holanda, las ayudas públicas o las leyes anticontaminación han permitido precisamente unas cifras espectaculares en la adopción del coche eléctrico.
La sociedad demasiado acostumbrada el coche de combustión
Sin duda, es la gran barrera que el coche eléctrico debe superar. Y es que las ventajas de una movilidad más limpia, con un considerable ahorro de combustible y unos costes de mantenimiento mucho menores pueden pasar desapercibidas si el coche eléctrico no se posiciona como opción real, eficiente y práctica a la hora de afrontar la compra de un nuevo vehículo.
Continúa habiendo prejuicios sobre los cambios que supone pasar de un coche de combustión, con depósitos que se llenan en unos segundos y te permiten viajan varios días sin repostar, a un coche eléctrico, que conlleva recargarlo durante muchos minutos e incluso horas varias veces a la semana. Pero también mucho desconocimiento (y así lo reconoce el 52,2% de los españoles) sobre las barreras que sí se están superando en la movilidad eléctrica.
Como vemos, a pesar de que no le han faltado retos que superar, el coche eléctrico está consiguiendo, cada vez más, afianzarse como una alternativa de futuro realista, práctica y adaptada al concepto de smart city. Conscientes de esto, fabricantes como Citroën están poniendo el foco sobre este tipo de movilidad para acercarla progresivamente a una mayoría de conductores. Y es que la capacidad de superación del coche eléctrico no tiene límites.
Imágenes | PxHere | PxHere | PxHere | Pixabay/ssarwas0